Datos biográficos
William James Glackens (Filadelfia, 1870 – Nueva York, 1938) es un pintor realista que formó parte del grupo de los Ocho o la llamada escuela Ashcan (Ashcan School), aunque su lenguaje pictórico – tanto desde el punto de vista cromático como desde el punto de vista iconográfico – se aproxima a las luminosas y refinadas realizaciones impresionistas. Glackens estudió pintura en la Pennsylvania Academy of Fine Arts. En 1891 empezó a trabajar como ilustrador de sucesos para dos diarios de la ciudad: el Philadelphia Record y el Philadelphia Press. En 1893 conoció a Robert Henri y empezó a frecuentar su estudio: allí conoció a John Sloan, George Luks y Everett Shinn. En 1895 se encontraba en París, donde frecuentaba el Louvre para estudiar las obras de los maestros antiguos y donde tuvo ocasión de profundizar y apreciar la obra de los pintores impresionistas, en especial de Renoir, que tuvo un gran ascendiente en su formación pictórica. Durante su estancia parisina Glackens pintó diversos rincones de la ciudad y algunas vistas cerca de Fontainebleau. Al regresar a Estados Unidos, se trasladó a Nueva York, donde trabajó como ilustrador para diarios como el New York Herald, el Saturday Evening Post y el New York World.
En 1898, Glackens fue enviado a Cuba para ilustrar escenas de la guerra entre España y Estados Unidos. En 1904, expuso sus pinturas en la muestra organizada por Robert Henri en el National Arts Club; cuatro años después participó en la muestra del grupo de los Ocho en la Macbeth Gallery. En 1914 abandona la actividad de ilustrador para dedicarse a la pintura. Su gran admiración por la pintura francesa le llevó, en los últimos veinte años de su vida, a volver varias veces a París, donde ganó el Grand Prix en la Exposición de 1937. En 1938, después de su muerte, su amigo Guy Pène du Bois organizó una muestra retrospectiva en el Whitney Museum of American Art.
Glackens: pintor de la vida nocturna
A Glackens, le atraía la vida nocturna frenética y mundana de Nueva York como se puede ver en pinturas como At Mouquin’s, nombre de un restaurante de moda, lugar de encuentro de artistas, críticos, miembros de la high society, periodistas, escritores y pintores del grupo de los Ocho y de la escuela Ashcan clientes habituales de este local. En esta obra aparece representado un amigo de los pintores neoyorquinos, James Moore, junto a una joven y aristócrata amiga. El lenguaje pictórico adoptado por el artista, vivaz y espontáneo, reforzado por los efectos de la iluminación artificial, remite a los impresionistas, en particular a Renoir, al que admira por su extraordinaria capacidad para representar el presente.
Glackens y la ciudad
La ciudad, como había sucedido con los impresionistas, se revela como una fuente inagotable de motivos pictóricos, pero Glackens, al contrario que Sloan, se muestra totalmente desinteresado de la dura vida de las clases inferiores. En May Day, Central Park, una pintura vitalista y con muchas figuras, representa el parque emblemático de Nueva York, en una cálida mañana, con las madres vigilando a los niños que corren y el verde exuberante de los árboles en primavera. Glackens expresa una distancia emotiva, un total desinterés por los aspectos humanos y sociales, ofreciendo una visión puramente formal y visual de los conceptos de modernidad y contemporaneidad. Otra instantánea agradable de las actividades a las que se dedican las mujeres es el cuadro Compradoras (Shoppers) donde aparece la mujer del artista, hija del célebre pintor William Chase, con una amiga, la mujer de Everett Shinn (otro artista del grupo de los Ocho), dentro de una tienda de ropa. Glackens, en este período, además de su admiración por Manet y Renoir, sufre particularmente la influencia de las oscuras tonalidades de la pintura de Robert Henri y de John Sloan. No obstante, a diferencia de esos dos artistas, no se interesa por la vida de los barrios más pobres de la ciudad, sino en la cotidianidad de la clase media alta.
Un motivo inusual para un pintor de principios de siglo y una de las últimas pinturas de Glackens, es el cuadro Desnudo con manzana de 1910, donde una moderna Venus tumbada en un sofá sostiene una manzana. Glackens afronta este tema retomando ideas de la pintura francesa con extrema libertad: si en el motivo se advierte una alusión a la Olympia de Manet, en la ejecución pictórica, realizada con pequeños toques, y en la cálida luminosidad que envuelve la figura, la referencia a Renoir parece evidente.
Ocio y patinaje en los parques de Nueva York
Como otros artistas de la escuela Ashcan, William Glackens encontró un amplio tema en los parques de Nueva York y en los habitantes de la ciudad que los frecuentaban. Del cuadro Washington Square realizó más de veinte versiones entre 1909 y 1914. El hecho de tener su estudio en la misma plaza, hizo que las actividades del parque le resultaran familiares. En ocasiones, lo representó repleto de gente para destacar la multitud de actividades y la mezcla de clases sociales. Sin embargo, en esta tranquila escena, para su composición se centró en las figuras aisladas y los árboles desnudos. Los colores brillantes del trineo de un niño y el manguito de una mujer, dan movimiento al cuadro y contrastan con los tonos generales de marrón y gris utilizados para transmitir los tonos invernales. Glackens repitió ciertos motivos en sus otras representaciones del parque, como el árbol central. A menudo hacía numerosos bocetos de figuras y objetos antes de incorporarlos a sus lienzos finales.
En su cuadro Central Park, Winter de 1905, el artista representa a un grupo de niños bajando en trineo por una suave pendiente en el Central Park de Nueva York bajo la atenta mirada de los adultos que rodean el perímetro de una loma nevada. Los niños van abrigados y los adultos van vestidos a la moda, lo que indica que se trata de una historia de ocio de clase media. A pesar de su compromiso de contar la verdad sin ambages de la vida moderna y las penurias urbanas, Glackens y otros artistas de la Ashcan representaban a la gente en su tiempo libre en un entorno casi rural en lugar de en sus superpoblados barrios de origen.
En East River Park de 1902, contrasta la tranquilidad de un parque del bajo Manhattan con el muelle industrial de Brooklyn, lleno de humo, al otro lado del río. Aquí representó las características naturales del East River Park y los pasatiempos de sus habitantes, en agudo contraste con el bullicioso entorno industrial del paseo marítimo de Brooklyn, visible al otro lado del rio. Para los numerosos inmigrantes que vivían en barrios de calles estrechas, los parques urbanos de Brooklyn y Manhattan servían de refugio contra las malas condiciones y el hacinamiento en las viviendas urbanas colectivas.
¿Qué tiene el patinaje que cautivó a tantos ilustradores y pintores neoyorquinos durante el siglo XIX y principios del XX? Podría ser el reto de captar los movimientos del patinaje, el deslizamiento o el balanceo que hacen los patinadores, una especie de danza no coreografiada que incluso la persona más torpe puede dominar. O quizás, en el caso del patinaje sobre hielo, los artistas no pueden resistirse a los gloriosos colores invernales que enmarcan los estanques y lagos congelados de Nueva York. El patinaje sobre hielo era una de las pocas actividades sociales que hombres y mujeres podían realizar juntos, sin alterar los límites de las esferas específicas de género de la época. Glackens pintó tres imágenes de neoyorquinos en patines. El cuadro Roller Skating Rink de 1906, sin embargo, tiene su origen en un viaje real a una pista de patinaje de la ciudad que Glackens hizo con Robert Henri y otros pintores de Ashcan. «La hilarante velada, en la que Glackens fue el primero en caer, resume la fascinación del artista por la ciudad moderna y sus atracciones populares», escribió el Museo de Arte de Filadelfia, que tiene esta obra en su colección.