Luks y la escuela Ashcan
George Benjamin Luks nació en Williamsport (Pensilvania) en 1867. Tras inscribirse en la Pennsylvania Academy of Fine Arts en 1884, Luks se quedó fascinado con la pintura de los grandes maestros del pasado y decidió trasladarse a Europa para conocer directamente sus grandes obras: estudió en Dusseldorf, Múnich, París y Londres. De vuelta a Filadelfia en 1893, empezó a frecuentar el estudio de Robert Henri, donde conoció a los futuros componentes del grupo de los Ocho. Dotado de una gran capacidad para representar con pocos trazos cualquier motivo, especialmente los retratos, Luks empezó a trabajar como ilustrador para el Philadelphia Press y el Philadelphia Bulletin. En 1896 se trasladó a Nueva York; allí empezó a dedicarse a la pintura con escorzos del Lower East Side de Manhattan, en aquella época un barrio pobre y étnicamente diverso; compartió estudio con William Glackens. Apasionado y enérgico, fue uno de los muchos pintores jóvenes (junto con amigos artistas que conoció en Filadelfia, como Everett Shinn y William Glackens) pertenecientes al dinámico y joven grupo de realistas estadounidenses conocido como la Escuela Ashcan, cuya obra se centró en la ternura que le inspiraban los bajos fondos de la ciudad.
En 1900, cuando George Luks pintó In the Steerage, los muelles de Nueva York estaban repletos de barcos que desembarcaban masas de pobres europeos. El artista representa una multitud de inmigrantes que se agolpan en la borda del barco, con sus pertenencias amontonadas detrás de ellos. Presenta el tema con su brío característico. Un crítico contemporáneo admiró la «prisa temblorosa y febril de Luks por captar y conservar el realismo de una escena». La técnica vivaz subraya la esperanza esencial del viaje: estas personas han dejado atrás el Viejo Mundo en espera de una nueva vida.
En 1904, Luks expuso junto a Henri y su grupo en el National Arts Club; en 1908 participó en la muestra de los Ocho en la Macbeth Gallery. Un grupo de pintores, socialmente realistas cuya obra oscura y apasionante atrajo la controversia. También estuvo presente en el Armory Show de 1913. Como otros pintores del grupo, Luks se dedicó a la enseñanza en el Art Students League de NuevaYork de 1920 a 1924 y fundaría la George Luks School of Painting en Nueva York, en la calle 22 Este. Los estilos artísticos cambiaban rápidamente, y pronto el realismo urbano de Luks pasó de moda. Irónicamente, cuando Luks expuso en el Armory Show, su temática y estilo, antes radicales, se vieron eclipsados por el movimiento abstracto que se estaba desarrollando. Su muerte en 1933, a la edad de 66 años, fue bajo circunstancias dramáticas. El 29 de octubre, Luks fue encontrado de madrugada desplomado en un portal, muerto a golpes tras una pelea en un bar.
Pobreza, hambre y humanidad en la gran metrópoli
Luks recorría las calles de Nueva York de día y de noche en busca de motivos para sus pinturas: la pobreza, el hambre y la humanidad sufriente era sus temas preferidos. Sus penetrantes retratos, por lo común contra un fondo neutro que exalta la expresión de los rostros – concentrando la atención en el motivo, en pinturas como El minero, representado durante una pausa de su trabajo – expresan una profunda y sincera comprensión humana. De todos los artistas de la Ashcan School, Luks es el más expresivo y vigoroso representante de la nueva pintura estadounidense. El genuino interés por el espíritu de su tiempo le lleva a presentar los diversos aspectos de la vida urbana, como la multitud en perpetuo movimiento en el Lower East Side de Nueva York, en ardientes y frenéticas escenas de compra y venta en la calle Houston Street resplandeciente de colores orientales, pero también la sopa popular de los pobres en el cuadro The Bread Lane. A través de Robert Henri, Luks descubre la pintura de Hals, al que aprecia por la representación inmediata y vivaz del motivo y por la ejecución pictórica rápida y regular de un cromatismo cálido y suntuoso. El ejemplo del maestro holandés le ayuda a desarrollar una técnica veloz y espontánea, capaz de representar la esencia misma de la experiencia urbana, la vida frenética y ruidosa en las calles y plazas de la metrópoli.
En el cuadro que representa las compras y ventas nocturnas en la bulliciosa calle Allen Street del Lower East Side, hay una tienda de ropa con sus maniquíes en las vitrinas en la parte alta y, abajo a la derecha, la venta de muebles y alfombras en la acera, junto con una vendedora, probablemente de pretzels, a la derecha.
Con un estilo espontáneo e inmediato Luks pintó diversos aspectos de la vida cotidiana en una gran metrópoli; representa con viva emoción los suburbios y los diversos barrios étnicos – que en esos años mostraban una gran agitación debido a las recientes migraciones – y la vida de los estratos más humildes de la población urbana. En Hester Street de 1905, una importante obra de sus inicios, Luks retrató la vida callejera de uno de los barrios de inmigrantes del Lower East Side. En 1905, Hester Street se había convertido en el hogar de una población de judíos de Europa del Este recién llegados y en el lugar donde se celebraba un mercado diario al aire libre en el que miles de personas hacían sus compras. El bullicioso mercado de la calle Hester ricamente detallado, con el puesto de verduras y lo pollos desplumados que cuelgan boca abajo en la parte derecha del lienzo, Hester Street ofrecía así el tipo de tema urbano por el que Luks se sentía especialmente atraído, y del que los neoyorquinos acostumbrados a las tiendas elegantes y a las formales enseñas de los comercios, habrían huido.
La vista nocturna del cuadro Bleecker and Carmine Streets representa Nueva York, en la esquina de las calles Bleecker y Carmine del Greenwich Village. El lugar está sumido en la oscuridad, salvo por la luz cálida que desprenden los escaparates y algunas ventanas del edificio, que iluminan a pequeños grupos de inmigrantes italianos. Las mujeres, esperando su turno o simplemente conversando entre ellas, lucen unos grandes pañuelos-chales, probablemente para resguardarse del frío, como era costumbre en las mujeres del pueblo. Habitante él mismo de este barrio popular, Luks representó a menudo a multitudes de inmigrantes en las esquinas de la ciudad, probablemente se trata de la esquina situada frente a la iglesia de Nuestra Señora de Pompeya.
Escenas callejeras viriles, tiernos retratos, paisajes iridiscentes: George Luks retrató el Nueva York de principios del siglo XX con una versatilidad asombrosa. Pero si hay un cuadro de Luks que combina los tres puntos fuertes artísticos, puede ser El carro del carnicero, que este artista del realismo social de la Escuela Ashcan completó en 1901. «George Luks es conocido por sus representaciones poco románticas de los barrios bajos y las calles abarrotadas del bajo Manhattan», explica el Instituto de Arte de Chicago, propietario del cuadro. «En El carro del carnicero, retrató una oscura visión de la vida en las calles de Nueva York, reconociendo francamente la tecnología moderna y la estratificación de clases. Un anticuado carro tirado por caballos y repleto de cerdos descuartizados avanza a duras penas por una calle llena de barro, dirigido por un hombre encorvado sobre las riendas».
Guerra y armisticio
Durante la primera guerra mundial, la Cruz Roja hizo frecuentes llamamientos a las mujeres americanas para que tejieran bufandas y calcetines para los soldados que luchaban en el extranjero. El cuadro Knitting for the Soldiers de 1918, se aleja de la paleta más oscura y los temas más sombríos de las primeras obras de Luks de escenas urbanas pintadas a la manera de la Escuela Ashcan. El traslado de Luks del Greenwich Village al Alto Manhattan en 1912, se correspondió con un cambio hacia colores más brillantes y un uso más lúdico de la pintura. Viviendo a pocos minutos de High Bridge Park, en el río Harlem, Luks a menudo encontraba sus temas entre los residentes de clase media alta que realizaban actividades de ocio. Aquí, a pesar del clima invernal, un grupo de niñeras y mujeres mayores se reúnen en una actividad comunitaria, cada una inclinada sobre su tejido y absteniéndose de cotillear. Los toques de color brillantes, especialmente el sombrero rojo y la chaqueta amarilla de la mujer de la izquierda, y los reflejos púrpura sobre la nieve blanca, crean una imagen dinámica.
Aprovechando las posibilidades expresivas de la pintura, Luks sugirió detalles del vestuario y de los gestos con aguda mirada de reportero: las prendas de las mujeres son sencillas, pero lo suficientemente modernas como para marcarlas como de clase media. Con edades que varían de jóvenes a ancianas, trabajan en silenciosa camaradería. Expuesto originalmente en 1918 simplemente como Knitting (Tejiendo), el cuadro obtuvo su título completo cuando los críticos lo asociaron con una actividad patriótica.
En La Noche del Armisticio, celebrando el término de la Primera Guerra Mundial, como en sus anteriores ilustraciones, Luks no delibera sobre los detalles: el cuadro es un conglomerado de banderas americanas y aliadas, rostros y fuegos artificiales. El humo azul oculta los edificios del fondo, y son pocos los individuos que destacan entre la multitud que representa con trazos rápidos. Normalmente, Luks estaba más comprometido con la captura del espíritu del momento que con la transcripción de los hechos visuales, en este caso la acción y el drama humano en una multitud festiva.
Entre las obras de Luks que se ocupan de Nueva York aparece una sugerente y original pintura que representa el depósito de locomotoras de High Bridge, el puente que atraviesa el río Harlem. Altas columnas de humo se alzan del edificio, dispersándose en la atmósfera: a los lejos se entrevé el puente que une Manhattan al Bronx. Las humeantes locomotoras, símbolos de la modernidad, testimonian un nuevo y vigoroso modo de mirar la ciudad, apenas esbozada en el fondo de la imagen.