Neoexpresionismo americano: Bad painting
El término Bad Painting (Pintura mala) aparece por primera vez en Nueva York en 1978 como título de una exposición de Neil Jenney (nacido en 1945). Este estilo artístico que reclama el retorno a una pintura figurativa, de lo imaginario o narrativa, y se clasifica tradicionalmente en el neoexpresionismo
que enmarca al grupo Neuen Wilden (Nuevos salvajes) en Alemania y la Transvanguardia italiana. Los artistas de la Bad Painting se inspiran en el arte urbano (el graffiti, stencil o plantilla, carteles …) en oposición al intelectualismo del arte conceptual, para rehabilitar la subcultura (el punk, el rock, lo afroamericano, lo hispanoamericano, etc.) y establecer el «mal gusto en pintura.» Desafiando la teoría purista y minimalista, el movimiento Bad Painting americano lleva hasta sus últimas consecuencias una expresión figurativa con una pintura libre de todo convencionalismo estético y de todo concepto que recuerda los preceptos del Art Brut. Los principales representantes de este movimiento son Jean-Michel Basquiat, Keith Haring, Julian Schnabel, Kenny Scharf, Susan Rothenberg, David Salle, Erich Fischl.
Eric Fischl
Figura central del « retorno a la pintura » de los años 80, Eric Fischl nació en 1948 en Nueva York, comenzó su formación artística en el Phoenix Junior College (1966) y en la Arizona State University en Phoenix, Arizona (1968); estudió en el California Institute of Arts de Valencia (1970-1973), donde conoció a David Salle y Matt Mullican. Se trasladó a Halifax, Nueva Escocia, donde fue profesor de pintura en la Nova Scotia College of Art and Design (1974). Su primera exposición tuvo lugar en la galería Dalhouise de Halifax (1975). Tras un breve período abstracto, Fischl se dio a conocer por su pintura neorrealista y a menudo evocadora de placeres culpables, haciendo referencia a las nociones de transgresión y de privilegio social. En sus obras, se centra en el abismo que existe entre lo que se muestra y la realidad de lo vivido. La provocación es de hecho una crítica subyacente de la American Way of Life, una forma de acusación a la burguesía norteamericana y a la fría banalidad de la vida cotidiana. Las obras de Fischl se exhiben en los principales museos y colecciones privadas. Es miembro de la Academia Americana de las Artes y las Letras y de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias. En la actualidad vive y trabaja en Nueva York.
«Cada nuevo evento es una crisis, cada crisis es una confrontación que nos produce la misma ansiedad que experimentamos cuando en un sueño nos encontramos desnudos en público». Eric Fischl
En el catálogo de una exposición individual en la Edward Thorp Gallery de Nueva York en 1982, Fisch escribe: «Yo diría que la incomodidad y la vergüenza que se siente frente a acontecimientos importantes de la vida es fundamental para mi trabajo. Estas experiencias, como la muerte, la pérdida de un ser o la sexualidad, no pueden ser manejados por un estilo de vida que se esfuerza por negar su significado, ni por una cultura cuyo tejido está tan desgastado que sus rituales públicos y los símbolos que los acompañan se han vuelto improcedentes».
David Salle
Si los artistas en los que se inspiraba Fischl para examinar el lado repulsivo de la vida de la burguesía estadounidense podrían haber sido pintores del realismo social de los años 1930, como los hermanos Raphael, Moses e Isaac Soyer, sin embargo David Salle (nacido en 1952) se vuelve hacia modelos más próximos de la vida real. Su obra es una recuperación de ideas prestadas al Pop Art – la colisión entre las imágenes realistas específicas de Rosenquist, el gusto de Warhol por la apropiación de fotografías publicadas en revistas y periódicos. Por su utilización de imágenes en conflicto entre sí ocupando el mismo espacio aparente, Salle también parece haber sido influenciado por las nuevas técnicas, tanto en el campo de la fotografía, como de la holografía.
Jean-Michel Basquiat
Jean-Michel Basquiat (Brooklyn, Nueva York 1960 – Nueva York, 1988) se crió en Puerto Rico y en Nueva York, hablando francés, español e inglés. Muy joven, abandonó su domicilio familiar y se mudó en casa de unos amigos en Nueva York, donde obtuvo un cierto reconocimiento como artista bajo el nombre de Samo, junto con su amigo Al Diaz. Bajo este nombre los dos artistas lanzaban mensajes cáusticos sobre el estado del mundo en las paredes de Manhattan. A pesar de que no le gustaba ser considerado como un artista del graffiti, Basquiat tiene un estilo característico del street art. En la década de 1980, expuso con artistas como Julian Schnabel, David Salle y Francesco Clemente, asociados con el movimiento neoexpresionista. Basquiat colaboró con Andy Warhol, pero a mediados de 1985, comenzó a desvincularse de la estrecha relación que había mantenido con el veterano artista. Antes de su 25 cumpleaños, sus obras ya habían sido objeto de numerosas exposiciones, pero su trágica muerte por une sobredosis de heroína en 1988, puso fin a su carrera. Tras su muerte, se organizaron en todo el mundo exposiciones de la obra de Basquiat y en 2010 el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de París presentó una retrospectiva completa de su obra. En 1996, Julian Schnabel realiza la película Basquiat, que recorre la vida del artista y la escena artística de Manhattan.
Basquiat es reconocido por el rico simbolismo de sus cuadros y el uso apropiado de la iconografía. En sus pinturas, yuxtapone imágenes afrocaribeñas a elementos mitológicos diversos. Esqueletos, cráneos y figuras enmascaradas surgen frecuentemente en su obra y demuestran su preocupación por la muerte. Su pintura evoca una sensación de frenesí, y a veces también de ira. En sus obras, incorpora elementos de texto ostensiblemente subrayados, dando la impresión que se trata de un trabajo en curso o de una creación espontánea.
Bajo su apariencia de espontaneidad, las pinturas de Basquiat demuestran un gran dominio de la composición y una utilización audaz del color, vivo y fuerte.
Los centros de interés de Basquiat era tan extensos como sus ambiciones ilimitadas. Si creaba, sin duda, cuadros que hacían referencia a los aspectos de la cultura afroamericana (especialmente a la música) y figuras heroicas negras, también podía referirse a Leonardo da Vinci o a Homero, como decantarse por un tema concreto «étnico». Sin embargo, le gustaba cuestionar los valores liberales a través del uso de imágenes e inscripciones refiriéndose a sus propias raíces raciales, de una manera, que sin duda habría sido considerada como racista en otro contexto o individuo. En su obra, el artista llevó a cabo de forma repetida un diálogo perturbador con el público acerca de lo que significaba ser un joven negro en el entorno urbano americano.
Keith Haring
Keith Haring nació en Kutztown (Pennsylvania) en 1958. Ya de niño empieza a dibujar comics. Tras asistir a la Escuela de Arte Ivy de Pittsburgh, estudia a partir de 1978 en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York. En 1979 realiza sus primeros dibujos de tiza y cubiertos con papel negro en las vallas publicitarias del metro de Nueva York. En 1981 conoce a Warhol, Basquiat, Clemente, Hopper, Burroughs, Madonna y Grace Jones. En 1982 reparte 20.000 posters diseñados e impresos por él mismo, en una manifestación antinuclear en el Central Park. Primera exposición en solitario en la galería Tony Shafrazy y participación en Documenta VII, en Kassel. Diseña decorados para la Academia de Musica de Brooklyn y para el Ballet Nacional de Marsella (1986). Abre una Pop Shop, en la que vende numerosos objetos variados pintados por él (1987-1988). Realiza un gran mural con la ayuda de 300 escolares de Chicago (1989). Crea la Fundación Keith Haring de apoyo a trabajos sociales. Muere víctima del sida en Nueva York el 16 de febrero de 1990.
La obra de Keith Haring mezcla el pop art, el graffiti y el expresionismo. Sus pinturas más conocidas representan figuras de las que parece emanar energía y evocan un mundo primario de ritmo y de danza. Haring comenzó su carrera artística en 1980 dibujando con tiza en las aceras de Nueva York, actividad que por otra parte continuó hasta su muerte. Dibujos que realizaba en emplazamientos publicitarios vacíos y condenados a ser cubiertos por nuevos anuncios. Su objetivo era hacer accesible su obra más allá de los confines del mundo del arte. En contraste con el creciente control comercial ejercido por los espacios y el arte público, Haring eligió un enfoque autodidacta, claramente representado por su apropiación del espacio publicitario. Haring quería distribuir su obra por toda la ciudad y aquella tenacidad era más un indicio de cercanía con la vida que de miedo a su aniquilación. Sin embargo, el miedo y la alegría se mezclan a partes iguales para producir una obra que está en constante movimiento, tanto en la ciudad como en el lienzo. Si su obra integra las tensiones de su época, Haring consigue convertir estas tensiones en energía positiva, como una danza desafiando a la muerte.
Haring se acerca al naturalismo mediante la fusión de figuras humanas y las ramas de los árboles, lo que sugiere una energía que proviene de nuestras raíces naturales. También utiliza un motivo recurrente: un bebé radiante que proyecta gruesas líneas negras. Esta representación de su energía natural es ambigua, ya que también evoca ansiedades contemporáneas de guerra nuclear, de radiación y su impacto en las personas y la naturaleza.
Julian Schnabel
La década de 1980 en Estados Unidos se caracteriza por el redescubrimiento de la pintura. Julian Schnabel, nacido en 1951 en Brooklyn, Nueva York, es uno de los representantes más conocidos. En efecto, los años 1960 y 1970 habían sido testigos de lo que se ha denominado la «desmaterialización» del arte. Los movimientos dominantes en este período habían favorecido una expresión austera; las obras se realizaban con una economía de medios a menudo centrados en una idea o un concepto más que en el objeto en sí. Sin embargo, los años 80 se caracterizaron por un retorno a las tradiciones de la pintura y la escultura. En medio de esta celebración de los valores conservadores, Schnabel, jugó un papel crucial en la aparición de la pintura neo-expresionista en los Estados Unidos. Después de dos décadas dominadas por la estética del arte minimalista y el arte conceptual, Schnabel apareció en escena con su notable serie de pinturas proyectadas en los años 70 después de su visita a Barcelona, donde descubrió los mosaicos del arquitecto catalán Antoni Gaudí. Los motivos de esta serie derivan de varias fuentes como la mitología clásica y de pintores como Picasso, El Greco, Goya y de la cultura mexicana. Los tonos tierra y las sombras alargadas en ocre y rojo que se extienden a través del lienzo evocan claramente el paisaje español.
La mayoría de las obras características del Schnabel son aquellas cuya superficie está cubierta con fragmentos de cerámica rota, un proceso tomado de la decoración realizada por Gaudí en el Parc Güell de Barcelona. Schnabel no sólo los utiliza para obtener una superficie de textura rica, sino también con el fin de neutralizar cualquier posibilidad de dibujo fácil. Se trata de otra forma de búsqueda de la dificultad que también se puede encontrar en la insistencia mostrada por Baselitz pintando las imágenes del revés.
La iconografía de Schnabel, es también la de los grandes temas humanistas – el destino del hombre, la relación de la humanidad con la naturaleza.
Julian Schnabel puede ser considerado uno de los artistas más talentosos de su generación; uno de los más inventivos, más variados, y en definitiva, uno de los más decorativos. Además de su obra pictórica, Schnabel ha escrito y dirigido cinco películas, entre ellas, Basquiat (1996), basada en la vida del artista.