El MuMa (Musée d’art moderne André Malraux) de Le Havre presenta la exposición Itinerarios abstractos, un recorrido inédito por sus colecciones. Inédito porque la mayoría de las obras expuestas rara vez han sido mostradas. Y porque la colección que aquí se expone nunca antes se había ofrecido de esta manera. En diálogo con las vanguardias de finales del siglo XIX que constituyen el núcleo de su exposición permanente, unas 80 obras raramente expuestas recorren una historia subjetiva y multiforme de la no figuración. Pensadas y enriquecidas a lo largo de los años por artistas y conservadores deseosos de abrir el museo al arte de su tiempo, la mitad de las colecciones del MuMa, como es poco sabido, está formada por obras de los siglos XX y XXI. Como la abstracción fue uno de los grandes temas artísticos del siglo XX, las colecciones contienen numerosas y notables obras abstractas.
Aunque críticos e historiadores coinciden en señalar a Vassily Kandinsky como el padre oficial del arte abstracto a principios de la década de 1910, el siglo XX siguió explorando muchas vías diferentes en las posibilidades de la no figuración: algunos artistas, por ejemplo, se inclinaron por la expresión libre a través del color, otros por la línea y la forma; mientras que unos buscaban expresar la emoción, otros cuestionaban el estatus de la obra a través de su material. La exposición plantea preguntas que encontrarán una respuesta única en cada visitante: ¿qué representa un cuadro abstracto? ¿Somos libres de hacer nuestras propias interpretaciones? ¿Tiene un propósito una obra abstracta? Si la abstracción sigue confundiendo, asombrando y a veces molestando, es una invitación a tomar distancias de la realidad, a explorar sensaciones estéticas sin ninguna -o casi ninguna- referencia a la realidad.
Desde la desaparición del tema, esta exposición nos invita a cuestionar algunas de las formas que ha podido adoptar la abstracción: la dilución de las formas de la naturaleza muerta (André Masson, Fernand Léger, Albert Gleizes), el borrado del paisaje (Nicolas de Staël, Olivier Debré, Geneviève Asse), el lenguaje puramente plástico y/o geométrico (Jean Hélion, Maurice Estève, Léon Gischia), la importancia del gesto y el sentido de la informalidad (Zao Wou-ki, Camille Bryen, Albert Féraud, Julius Baltazar), el lugar concedido a los materiales (Ladislas Kijno, Théo Kerg, Marc Devade)… Es un viaje sensible el que emprende el MuMa, un itinerario por universos, sensaciones y colores que se ofrecen a nuestra mirada como otra explicación del mundo, una apertura para percibirlo de otro modo.