La exposición Caillebotte, pintor y jardinero, organizada por el Museo Thyssen en colaboración con el Museé des impressionnismes Giverny – donde se pudo visitar entre el 25 de marzo y el 3 de julio de 2016–, profundiza en el tema del jardín en la obra del artista, así como en su relación con Claude Monet. La muestra se compone de cuatro capítulos centrados en los lugares donde Caillebotte vivió y trabajó: El París de Haussmann: un universo mineral; Veranos en Yerres: 1861-1879; El Sena y los viajes a Normandía: 1880-1888 y Le Petit‐Gennevilliers: 1888-1894. Pintó sus primeros estudios sobre jardines y naturaleza en la propiedad familiar de Yerres, a las afueras de París, donde descubrió su amor e interés por el tema. Otro centro de interés de l’artista fueron los temas realistas como sus escenas de la vida obrera con el muy conocido cuadro Los acuchilladores de parquet de 1875 y sus vistas urbanas, lo que le valió ser invitado a participar en la segunda exposición impresionista en 1876. Gozando de una gran fortuna personal empezó a ayudar tanto a sus amigos Monet y Renoir como a otros artistas, comprándoles obras y organizando las exposiciones.
Su muerte con apenas 45 años supuso un abrupto final a una carrera artística que estaba en plena evolución, lo cual, unido al revuelo causado por el gran legado de pintura impresionista que dejó al Estado francés, eclipsó la profunda originalidad de su trabajo. Considerado durante mucho tiempo como pintor aficionado, coleccionista y mecenas de sus amigos impresionistas (aparece en el famoso cuadro de Renoir el Almuerzo de remeros), Caillebotte (1848-1894) se cuenta hoy en día entre los miembros más importantes del grupo.