Actualmente expuesta en la Bolsa de Comercio de París, la Colección Pinault presenta una gran exposición dedicada al Arte Povera. Entre herencia e influencia, la exposición presenta más de 250 obras históricas y contemporáneas de este importante movimiento artístico italiano de los años sesenta. La exposición pretende arrojar luz tanto sobre el nacimiento italiano de este movimiento como su influencia internacional, a través de las obras de los trece principales protagonistas del Arte Povera: Giovanni Anselmo, Alighiero Boetti, Pier Paolo Calzolari, Luciano Fabro, Jannis Kounellis, Mario Merz, Marisa Merz, Giulio Paolini, Pino Pascali, Giuseppe Penone, Michelangelo Pistoletto, Emilio Prini y Gilberto Zorio. En la singular arquitectura de la Bourse de Commerce, transformada por el arquitecto japonés Tadao Ando, la exposición se concibe como un paisaje por explorar, convirtiéndose en el terreno donde arraiga la infinita poética del Arte Povera. Además del núcleo de obras de los trece artistas asociados al Arte Povera, la exposición incluye piezas y documentos que trazan las etapas clave de lo que puede considerarse los inicios del movimiento. En la exposición, los trece artistas se asocian a personalidades, movimientos, una época o un material que ellos consideran una profunda influencia, como Giorgio De Chirico para Paolini, Malevich para Kounellis y una pintura de iconos de Sano di Pietro para Marisa Merz.
A mediados de la década de 1960, una serie de jóvenes artistas italianos -principalmente de Turín, Génova, Bolonia, Milán, Roma y Nápoles- iniciaron una obra original, de espíritu libre, totalmente anticonvencional y nada dogmática, ampliando los campos de la pintura, la escultura, el dibujo y la fotografía, y creando las primeras «instalaciones» de la historia del arte, así como obras y acciones performativas. Utilizando materiales y técnicas sencillas, estos artistas crearon instalaciones que involucraban al espectador dentro de la obra. Privilegiando elementos «naturales» y «rurales» (como la tierra, las patatas, la lechuga, el agua, el carbón, los árboles, los cuerpos vivos de animales y humanos, etc.), elementos «artificiales» y «urbanos» (elementos encontrados en ferreterías como placas de acero inoxidable, lingotes de plomo, bombillas, vigas de madera, tubos de neón, etc.), «sus obras ponen en movimiento flujos de energía física y química, e incluso psíquica, recurriendo a nociones de memoria y emoción para implicar al espectador», afirma la comisaria de la exposición.
Los artistas del Arte Povera exploraron casi todo. Marcados por la ideolgía contestataria de los años 60, en Venere degli stracci (Venus de los trapos), Michelangelo Pistoletto exhibió una montaña de telas y ropa apiladas frente a una estatua de Venus. Como sabemos hoy, las telas, la ropa y la moda representan una industria global que consume enormes cantidades de recursos y genera una enorme contaminación.