La exposición Shirley Jaffe, una americana en París en el Centro Pompidou es la primera retrospectiva de la obra de esta artista emblemática de la abstracción pictórica de finales del siglo XX. La exposición recorre la trayectoria de Shirley Jaffe, una estadounidense que se trasladó a París a finales de la década de 1940 y produjo allí toda su obra hasta su muerte en 2016. La exposición comienza su recorrido con pinturas que se inscriben en el movimiento Expresionista abstracto, del que la Cooper Union de Nueva York, donde Shirley Jaffe estudió Bellas Artes, fue un terreno fértil. Estas obras multicolor pero de tonos apagados en amarillo mostaza, azul real y rosa viejo están marcadas por la gestualidad. En los años sesenta, dio la espalda a sus prometedores comienzos con el espíritu del expresionismo abstracto. No fue hasta la década de 1970 cuando desarrolló su estilo personal de contornos cincelados que, sin permitirle ser asimilada a la entonces declinante ola del Hard Edge painting, la mantuvo a distancia de sus antiguos compañeros expresionistas y de los defensores del Arte concreto. Su geometría es ordenada, pero hábilmente contrapuesta, siempre desviada, aparentemente aleatoria, pero escrupulosamente dictada, como ciertas composiciones musicales de sus contemporáneos.
Shirley Jaffe dejó una rica obra abstracta, una parte importante de la cual fue donada al Estado francés y recibida por el Musée national d’art moderne en 2019. Esta exposición inédita muestra el modo en que la artista tuvo que abandonar la gestualidad para aportar una tensión cada vez mayor a su experiencia artística. La disposición cronológica orquesta confrontaciones entre obras de distintas épocas. En las vitrinas se presentan preciosas notas de estudio escritas por la artista para cada uno de sus cuadros, junto con material de archivo recogido en el estudio.