Lee Krasner: una perspectiva feminista al arte.
Si bien Krasner (1908-1984) fue la única pintora asociada a la primera generación de la Escuela de Nueva York, durante muchos años se la conoció principalmente como la esposa y discípula de Jackson Pollock. Significativas fueron sus contribuciones críticas al expresionismo abstracto, mientras demostraba su diálogo continuo con una amplia gama de artistas, críticos y escritores, incluidos Hans Hofmann, Willem de Kooning, Henri Matisse, Piet Mondrian y Pablo Picasso, entre otros. Al adoptar el trabajo y las ideas de otros como fuente de su propia creatividad, Krasner rechazó la noción expresionista abstracta romántica y claramente masculina del individuo alienado como fuente de expresión artística. Su trabajo aporta una importante perspectiva feminista al arte americano del siglo XX.
La obra de Krasner, que abarca más de 50 años, sugiere una reinvención perpetua e ininterrumpida que reúne retratos, dibujos cubistas, collages, ensamblajes y pinturas abstractas a gran escala. Pionera del expresionismo abstracto, también fue una de las principales herederas de las prácticas artísticas de Jackson Pollock.
«Jo era una mujer judía, viuda, una pintora fuera de série, gracias, y un poco independiente».
Primeros años
Lena Krasner nació en Brooklyn en 1908 en una familia judía ortodoxa recién inmigrada. A los 14 años decidió convertirse en artista y adoptó el nombre de «Leonore», que a su vez se convirtió en «Lee» cuando ingresó en la Women’s Art School de la Cooper Union. Después de graduarse, Krasner continuó sus estudios en la prestigiosa National Academy of Design. Es de este período que datan sus autorretratos. La Gran Depresión de la década de 1930 obligó a Krasner a dejar la National Academy e inscribirse en el City College de Nueva York, una formación gratuita para profesores. Al mismo tiempo, comienza a asistir a las clases de dibujo del natural en la Greenwich House con Job Goodman, un ex discípulo del pintor regionalista Thomas Hart Benton, quien defendía un método clásico de dibujo inspirado en maestros del Renacimiento como Miguel Ángel.
Cuando se inauguró el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1929, Krasner dijo: «Fue como una bomba explotando… nada me había impresionado tanto, hasta que vi el trabajo de Pollock».
En 1935, en plena Depresión, Krasner consigue un trabajo como pintor de murales para la Works Progress Administration (WPA) creada por Roosevelt con el objetivo de crear puestos de trabajo en obras públicas. Ese mismo año, bajo los auspicios de la WPA, se fundó el Federal Art Project, que ofrecía apoyo a los artistas mediante la financiación de proyectos que exaltaran el espíritu americano. A lo largo de la década de 1930, Krasner colaboró en algunos de estos proyectos.
Estudiar bajo la dirección de Hoffmann
En 1937 Krasner obtuvo una beca para estudiar en la Hans Hofmann School de Nueva York. Artista alemán que vivió y trabajó en París, Hofmann conoció a Picasso y Matisse, que eran como «dioses» para Krasner. Gracias a las teorías modernistas de Hoffmann, sus pinturas y dibujos, en otro tiempo naturalistas, adoptaron un enfoque cubista y alcanzaron un nuevo nivel de sofisticación. Su participación en la escena artística de Nueva York se extendió a causas políticas. Con este fin, Krasner se unió a American Abstract Artists, lo que le dio más oportunidades para exhibir sus obras como un pintor modernista joven y prometedor. La asociación de Krasner con el taller de Hoffmann duró hasta 1940. De esa época datan las primeras incursiones de Krasner en la abstracción.
En muchos sentidos, Krasner se encontraba en el centro del floreciente mundo del arte de Nueva York. Como señaló un marchante de arte, Krasner «sabía más sobre pintura que nadie en los Estados Unidos excepto John Graham».
Fue Graham quien unió a Krasner y Jackson Pollock cuando en 1942, ambos fueron incluidos en una importante exposición titulada French and Ameridan Paintings en una tienda de muebles antiguos en el centro de Nueva York. Entre los participantes de esta exposición, el único pintor que Krasner no conocía era Jackson Pollock, a quien visitará en su taller. Fue el comienzo de una relación tumultuosa que iba a convertirse en una presencia central y, en ocasiones, eclipsante en su propia carrera. Krasner había presentado Pollock a muchos artistas y propietarios de galerías, incluidos Willem de Kooning, Hans Hoffman y Sidney Janis, y especialmente al crítico de arte Clement Greenberg, quien se convertiría en un gran defensor de la obra de Pollock.
Las Little Images
En 1945, Krasner y Pollock se casaron y, para alejarse de la escena urbana, se mudaron a Springs, East Hampton, en el extremo este de Long Island, en una granja comprada con el apoyo financiero de Peggy Guggenheim a Jackson Pollock. Este acercamiento a la naturaleza da lugar a una nueva iconografía y Krasner comienza su revolucionaria serie Little Images. El nombre de estas obras probablemente deriva de la idea de que cada cuadro parece estar compuesto por innumerables pequeñas imágenes que representan un vocabulario abstracto sin un significado preciso. El nombre también podría provenir del cambio que experimentó en su entorno en el momento en que comenzó esta serie. Pollock había recuperado la parte más espaciosa de la granja para sus obras a gran escala, mientras que Krasner ocupaba un estudio en el piso de arriba, un lugar más íntimo, y adaptaba sus trabajos a ese espacio.
Krasner imaginaba las composiciones de sus Little Images como jeroglíficos ilegibles, con densas capas de pintura que a veces aplicaba directamente del tubo.
Los collages
Un cambio de estilo significativo para Lee Krasner se produjo a principios de la década de 1950, cuando al parecer sintiéndose frustrada con la calidad de algunas de sus obras comenzó a hacer pedazos sus lienzos. Al principio de sus estudios con Hans Hofmann, Krasner se había convertido en una ferviente admiradora de Matisse y había experimentado con la técnica del collage. Inspirada por Matisse y sus recortes, comenzó a usar trozos de sus pinturas como materia de base para un conjunto de collages poderosos y emotivos, transformando los jirones de sus fracasos en una nueva y radical dirección en su obra. Se trata de grandes formatos como City Verticals, 1953, Shattered Light, 1954, Bird Talk, 1955, Bald Eagle, 1955, que presentará en septiembre de 1955 en la Stable Gallery de Eleanor Ward.
Profecía
En 1956, mientras Krasner estaba en Europa, Pollock murió en un accidente de coche. Antes de salir de Europa, había comenzado a trabajar en un cuadro que más tarde llamaría Profecía (1956). Representa a una figura monstruosa con un solo ojo y patas de animal, con una clara referencia a Picasso (Les Demoiselles d’Avignon) y a Willem de Kooning (Mujer I). Unas semanas más tarde, Krasner retoma los pinceles y realiza tres obras que continuarán la serie que había comenzado con Prophecy: Birth, Embrace y Three in Two. Su resurgimiento tras la muerte de Pollock marcaría otra tercera fase triunfal para Krasner, en la que logra lo que los críticos consideran la obra más potente de su carrera.
Viajes nocturnos
En 1957, Krasner se mudó al taller de la granja que Pollock había utilizado en su propiedad rural en The Springs, y la escala y la energía de sus pinturas se amplió. En aquella época, atravesaba períodos de insomnio y comenzó a pintar de noche. Pasó de una paleta de colores saturados e intensos a utilizar solo el blanco y el negro con algunos tonos tierra. Racionalizó aquel cambio cromático como reflejo de un requisito: “… me di cuenta de que si iba a trabajar de noche tenía que suprimir el color y utilizarlo solo de día. Pero también reconoció en ello una motivación emocional de un «estado depresivo». El poeta y amigo Richard Howard llamó a estas obras Viajes nocturnos debido a su insomnio tras la muerte de Pollock y de su madre. Algunos títulos eran “aburridamente realistas […]. “Estaba en conflicto con Greenberg, mi madre acababa de morir […]. Fue un momento muy difícil «. La obra Night Creatures de 1963, puede estar asociada a esta serie realizada por Krasner entre 1959 y 1963. Oscuro e inquietante, este cuadro se compone de un remolino abarrotado de pinceladas gestuales en las que cada centímetro de la superficie es activada en un motivo rítmico. Se trata de una obra abstracta, pero las formas curvas y lineales parecen fundirse en una red de imágenes vagamente sugerentes. Ojos y cabezas amenazantes e incorpóreas emergen a base de pinceladas espesas principalmente en blanco y negro.
Serie primaria
A principios de la década de 1960, Krasner reintrodujo el color en su obra con una confianza y libertad que recuerdan a su héroe Matisse. La naturaleza táctil de su Serie Primaria, que incluye varias de las obras más conocidas de Krasner, fue el resultado de romperse el brazo derecho y aprender a trabajar con la mano izquierda, aplicando la pintura directamente del el tubo al lienzo usando las yemas de los dedos de su mano derecha para guiar las líneas. En obras de gran formato como Another Storm (1963), Icarus (1964) y Combat (1965), el enfoque fluido y espontáneo de Krasner (nunca hizo bocetos preparatorios) se conserva perfectamente. Krasner nunca cesó de innovar o llevar cada vez más lejos los límites de su trabajo. Como señaló una vez, «pinté antes de Pollock, durante Pollock, después de Pollock».
Aunque pintó de manera abstracta, Krasner rechazó la idea de que su pintura careciera de contenido: «no se me ocurriría crear una pintura a partir de una idea completamente abstracta», dijo. En obras como Gaea, basada en la diosa griega de la Tierra, la pintora afirmó «inspirarse en fuentes elementales». Muestra a la diosa moviéndose hacia amplias extensiones de color y ritmo.
Líneas duras
A principios de la década de 1970, la obra de Krasner tomó de repente otra nueva dirección. Comenzó a pintar composiciones abstractas de aspecto más duro que parecían casi geométricas en su lenguaje visual. Su paleta de colores también se volvió más pura, cuyo resultado final fueron pinturas luminosas, directas y optimistas. Otras tendencias estéticas que seguían sus contemporáneos en ese momento pueden haber inspirado la nueva dirección tomada por Krasner. La pintura Color Field había ganado el apoyo de muchos expresionistas abstractos, y el minimalismo dominaba activamente la escena artística en reacción a la emoción y el drama de la generación anterior. Pero si bien hay elementos de ambos estilos en las obras hard edge que Krasner pintó en la década de 1970, la expresión de sus sentimientos es única.
Su serie de collages como Imperative incorpora fragmentos de dibujos cubistas que datan de la época en que estudiaba con Hans Hofmann (años 30). Krasner conservó estos dibujos inspirados en Picasso durante más de cuarenta años y, finalmente, en la década de 1970, les dio formas recortándolos, inspirándose en los últimos “gouaches recortados” de Matisse. El gesto pictórico se mantiene en reposo. La acción se ha petrificado para generar formas que, sin dejar de nutrirse del ritmo interior de Krasner, adquieren un aspecto estable y monumental. El deseo de Krasner de sumergirse en un pasado personal, ilustra una tendencia de la mejor pintura americana de los años 70 para la cual, finalmente, la historia ya no es una amenaza, sino una fuente de la que el arte puede beber y renovarse.
En 1983, en su 75 cumpleaños, la obra de Lee Krasner fue honrada con una primera retrospectiva en el Museum of Fine Arts de Houston. Krasner estaba demasiado enferma para asistir, pero como nativa de Brooklyn que era, esperaba con ansias el día en que la exposición llegara a su ciudad natal. Sin embargo, murió en junio de 1984, solo seis meses antes de la apertura de su retrospectiva en el MoMA de Nueva York.
Bibliografía
Collectif. Lee Krasner: Paintings, Drawings and Collages. Catalogue exp. Londres, Whitechapel Gallery, 1965
Levin, Gail. Lee Krasner. A biography. Thames & Hudson, 2019
Landau, Ellen. Lee Krasner : A Catalogue Raisonne. Harry N. Abrams, Inc. 1995
Sandler, Irving. Women of Abstract Expressionism. Yale University Press, 2016
Hunter, Sam. Peintres Américains. F. Gonthier, 1981