Pesellino
Francesco di Stefano, llamado Pesellino, nació en Florencia en torno a 1422. Hijo del pintor Francesco di Stefano y de Nanna, hija del también pintor Giuliano d’Arrigo, llamado Pesello. En 1427, a la edad de cinco años y a la muerte de su padre, se fue a vivir a casa de su abuelo materno, donde recibió sus primeras lecciones de pintura, trabajando en su taller del Corso degli Adimari en Florencia. La transmisión del apodo Pesello a su nieto, que con el tiempo se convirtió en Pesellino, fue acompañado de un importante bagaje visual y técnico. A los veinte años se casó con Tarsia, hija de Silvestro da Poppi, como lo demuestra la declaración de la dote de 22 de noviembre de 1442. Al igual que su abuelo Pesello, Francesco di Stefano llamado Pesellino goza entre los historiadores del arte de un aura especial, justificada en este caso por obras de pequeño formato muy refinadas. Pesellino era un experto en la disposición de las figuras, en bellas ilustraciones de temas cortesanos, donde sobrevive algo de la vitalidad del gótico internacional.
En 1447, un tal Francesco di Stefano, pintor en Florencia, figura inscrito en la Compagnia di San Luca, pero se ignora si se trata de Pesellino. Un documento de febrero de ese mismo año certifica que el artista sigue activo en el taller de Pesello, y trabaja «a fare l’arte del dipingere delle bandiere» (pintor de estandartes) (Ugo Procacci). Probablemente por estas fechas Pesellino realizaba de manera ocasional actividades puramente artesanales, mientras se dedicaba a tareas más importantes. Sin embargo, todavía no conocemos las etapas precisas de su formación ni sus actividades, lo que ha dado como resultado una rápida evolución artística en un período de tiempo muy limitado. El sorprendente número de obras que se le atribuyen dada la brevedad de su carrera, once años, todo lo más, entre 1446 y 1457, fecha de su muerte, se caracterizan de hecho por dataciones muy diversas en los años en que Pesellino fue activo.
Pesellino en la órbita de Fra Angelico
Según la crítica, Pesellino fue alumno y colaborador de Filippo Lippi, pero primero fue aprendiz de Fra Angelico, con el que habría tenido la oportunidad de estudiar la pintura y el arte de la miniatura (Angelico regentaba un importante taller de iluminación). La hipótesis de un aprendizaje con Angelico es justificable por similitudes estilísticas evidentes sobre todo en sus primeros trabajos. Esta hipótesis es compatible con la atribución a Pesellino de una serie de iluminaciones para un manuscrito de las Guerras Púnicas de Silio Itálico, encargado por el papa Nicolás V, realizado alrededor de 1447-1449 (Angelini, 1990). La Biblioteca Marciana de Venecia conserva una miniatura a plena página, atribuida por primera vez a Pesellino por Toesca (1932), representando Marte en su carro, y otras seis miniaturas del mismo códice : Roma, Cartago, Escipión, Aníbal, Silio Itálico y el retrato de Nicolas V. El retrato de Nicolás V, puede ser una clara evidencia de la relación artista-cliente del papa con Angélico y por lo tanto también con Pesellino – por aquellas fechas Angelico trabajaba en Roma realizando entre otros trabajos, los frescos de la Capilla Niccolina (1447-1449). Esta serie de miniaturas se suele situar en la etapa temprana de la producción de Pesellino, y se caracterizan por una notable vivacidad cromática presentando peculiaridades estilísticas como los rasgos delicados de las figuras, que se refieren claramente a la producción artística de Angelico. Especialmente Marte en su carro que fue definido por Garzelli como un verdadero quadretto llevado a cabo con la habilidad de una pintura.
Pesellino y Fra Filippo Lippi
Pesellino es considerado por Vasari como uno de los seguidores más fieles de Filippo Lippi. La predela que pintó para el retablo encargado a Lippi por la familia Médicis, entre 1445 y 1450, para el altar del noviciado de Santa Croce y citada en la literatura artística, es la única obra reconocida por unanimidad al artista. La predela se compone de cinco partes: las tres primeras con la Natividad, el Martirio de san Cosme y san Damián y el Milagro del corazón del avaro se encuentran en los Uffizi, mientras que San Francisco recibiendo los estigmas y San Cosme y san Damián curando a un enfermo se encuentran en el Louvre. Como dice Berenson, Pesellino debía preferir la pintura de predelas y de cofres (cassoni), género en el que alcanzó un alto grado de frescura y delicadeza. Teniendo en cuenta la atribución a Pesellino de la predela de Santa Croce, ello contribuyó a confirmar la hipótesis de un aprendizaje en esa época en el taller de Filippo Lippi. El arte de este maestro, suavizado por las lecciones de Angelico, parece haber inspirado toda la producción madura de Francesco di Stefano.
Las composiciones refinadas, bañadas por una luz brillante y el naturalismo con que el que trata las anatomías contrasta fuertemente con las formas poco realistas que toman los ropajes, las rocas y las nubes, heredadas del gótico tardío.
El retablo de la Virgen y el Niño con seis santos del Metropolitan Museum de Nueva York, realizado por Pesellino con la precisión de una miniatura en la segunda mitad de los años cuarenta, se considera uno de sus mejores trabajos; el Louvre conserva un bosquejo que parece ser el dibujo preparatorio de la figura de san Agustín de la tabla. Esta obra, que muestra la influencia de Angelico y de Filippo Lippi, se ha relacionado por razones estilísticas con el luneto representando la Anunciación del Museo Poldi Pezzoli de Milán, probablemente el pináculo de un pequeño retablo.
Entre las obras en las que la lección de Filippo Lippi parece decididamente asimilada hay que recordar las numerosas Virgen y el Niño, incluyendo la del Museo Isabella Stewart Gardner en Boston, una de las más notables y que sirvió de modelo durante largo tiempo después de la muerte del artista en 1457. Según Gronau (1938) las Vírgenes de Pesellino fueron especialmente apreciadas por el mercado florentino y el taller del artista produjo muchos ejemplares.
Sin embargo, existen pocos datos sobre la actividad del taller de Pesellino. Sabemos que el 1 de agosto de 1453 concertó un acuerdo de asociación con los pintores Pietro di Lorenzo di Pratese y Zanobi di Migliore, pero este último se disoció muy pronto del grupo. Durante este período, Pesellino realizó la Virgen y el Niño para la iglesia de Sant’Angelo en Cetica in Casentino, la Crucifixión para la iglesia de San Gaetano en Florencia y el delicado díptico de la Anunciación, hoy en el Courtauld Institute de Londres. En este último, Pesellino se acerca al arte de Lippi, en particular, con una clara referencia a la Anunciación de la National Gallery de Washington del maestro, pero en un estilo más delicado.
El espacio está estructurado de forma coherente, marcado por una columnata cuyos capiteles jónicos se refieren a las arquitecturas pintadas de Angelico; colores brillantes intercalados con pequeños toques de oro tienden a dar elegancia y calma a la escena, cuya disposición refleja fielmente un dormitorio del Quattrocento.
Pesellino, pintor de cassoni
Fascinantes por la gracia de la narrativa, la elegancia de las figuras y los colores vivos y brillantes, los paneles de cofres (cassoni) que han dado fama a Pesellino debieron ser numerosos. Por otro lado, este tipo de pintura, era particularmente importante para el desarrollo del arte secular del centro-norte de Italia, y más concretamente en la región de la Toscana. Más o menos contemporáneos del retablo del Metropolitan Museum son dos paneles del Museo Isabella Stewart Gardner en Boston, encargados por los Médicis, tal vez con motivo de la boda de Pedro de Médicis y Lucrezia Tornabuoni, que tuvo lugar en 1448, y donde una vez más vemos la huella de Angelico. Con respecto a los Triunfos de Petrarca, Pesellino desarrolla los temas del Triunfo del amor, la Castidad y la Muerte y el Triunfo de la Fama, del Tiempo y la Eternidad en dos paneles. El segundo tema está representado en otro panel, también un fragmento de cassone, o parte de una spalliera, atribuido al mismo artista y procedente del mercado del arte internacional.
Petrarca fue también un moralista de tendencia estoica. Su poema en italiano Trionfi evoca sucesivamente los triunfos del Amor, de la Muerte y, finalmente, de la Gloria, los tres se describen como desfiles de victoria de generales y antiguos emperadores romanos.
Los dos paneles con la Historia de Griselda, fechados hacia 1450 y conservados en la Accademia Carrara de Bérgamo son también fragmentos de cassone; el más largo, con la representación de la novela de Giovanni Boccaccio, El Decamerón, se trataría del panel frontal, mientras que la Escena del Juicio, pintado sobre una tabla más corta, probablemente debía pertenecer a uno de los laterales. Con cierta cautela, también se atribuye a Pesellino una tabla de cassone con Escena de caza, donde el artista mezcla historia moralizante y relato cortés.
Griselda, última novela del Decamerón, es la historia de una joven de origen humilde cuyo marido, el acaudalado marqués de Saluces, pone a prueba para comprobar su amor y fidelidad. La heroína supera todas las pruebas y despierta la admiración de su marido. En 1373, Petrarca tradujo la novela al italiano y al latín modificando sensiblemente la esencia del relato. El viejo humanista quiso resaltar especialmente las altas virtudes morales de la marquesa de Saluzzo que de este modo se convirtió en el modelo de la esposa cristiana.
Según el historiador Laclotte, entre las obras de Pesellino que datan de 1455, figuran dos paneles de cofre que representan David y Goliat y el Triunfo de David, procedentes de la colección Pazzi de Florencia y hoy en la National Gallery de Londres. También según con Laclotte, la escena de la boda ante los muros de Jerusalén en el segundo panel, puede referirse a la boda de Elenora Pazzi, para quien – según el historiador – se encargaron las obras. Dos paneles más pequeños también con Historias de David, del Museo de Bellas Artes de Le Mans, (la Penitencia David y Muerte de Absalón) podría tratarse de cada uno de los laterales de los dos paneles anteriores. Al tema de David parece que también podría añadirse un último panel que representa la Construcción del Templo, atribuido a Pesellino, y hoy en el Fogg Art Museum de Cambridge. En el inventario de 1492 del palacio Médicis en Florencia se citan dos paneles, perdidos, realizados en la época de Cosme el Viejo de la mano de «Francesco di Pesello» representando una Escena de caza (en la Camera grande de Lorenzo) y Leones detrás de una reja en la Sala grande de Lorenzo (el Magnífico).
Más o menos de la misma fecha que los paneles de cassone son las Historias de san Silvestre (San Silvestre y el dragón y San Silvestre y Tarquino) en el Palazzo Doria en Roma, las cuales, junto con el panel de Worcester Art Museum con el Milagro del toro, debían formar parte de la misma predela. Este último debía ser el panel central de la predela con las Historias del santo, como lo sugiere el tema con el milagro que confirma la conversión al cristianismo del emperador Constantino, representado con el sombrero del Paleólogo mientras asiste a la escena con su madre. La logia de la derecha, con columnas delgadas completadas por capiteles dóricos, hace referencia de nuevo a la pintura de Angelico.
La Trinidad de Londres
Reconstituir toda la obra de Pesellino resulta tanto más difícil en la medida en que la única pintura que ha dejado huellas en los archivos, es La Santa Trinidad (National Gallery de Londres) encargada en septiembre de 1455 por una hermandad de clérigos para la iglesia de San Jacopo de Pistoia. Los documentos testifican que Pesellino murió el 29 de julio de 1457, antes de haberla completado y fue Filippo Lippi el responsable de llevar a cabo su terminación. Hacia mediados del mismo mes, ya gravemente enfermo el pintor, Filippo Lippi y Domenico Veneziano fueron llamados a evaluar las fases de la obra que se encontraba más o menos a medio terminar. El retablo, desmembrado en el siglo XIX, fue reconstruido más tarde y hoy se conserva en la National Gallery de Londres.
Como lo reconoce el conjunto de la crítica Pesellino fue también muy receptivo a la pintura de Domenico Veneziano, nombre que aparece en los documentos relativos a Pesellino. Sin embargo, es unánime en observar la tabla de Londres como la voluntad de Pesellino de superar el arte de Lippi y su interés por la producción tardía de Domenico Veneziano, en línea con las tendencias de la pintura florentina contemporánea.
Fuentes:
C. Maisonneuve, Florence au XVe siècle, INHA, l’art & l’essai, 2012
E. Müntz, Les collections des Médicis au XVe siècle, Paris 1888,
A. Venturi, Quadretti ignoti del Pesellino nella Galleria di Le Mans, in L’Arte, XXVII (1924)
U. Procacci, Di Jacopo di Antonio e delle compagnie di pittori del corso degli Adimari nel XV secolo, in Rivista d’arte, XXXV (1960)
M. Laclotte, «Une chasse» du Quattrocento florentin, in Revue de l’art, 1978