El arte de la calle o arte urbano reagrupa todas aquellas formas artísticas realizadas en la calle, incluyendo todas aquellas obras anónimas que decoran zonas públicas y en las que el artista aplica dibujos y texto, los graffiti. La comercialización del arte del graffiti comenzó con los trabajos de Jean Basquiat en Nueva York durante los años 1980. A principio de los años 1990, comenzaron a aparecer en las calles los capirchosos y satíricos graffitis de Banksy que le hicieron mundialmente famoso.
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Sus personajes, diseñados previamente en plantillas, han aparecido por la primera vez en su ciudad natal, Bristol. En 1998 adquiere una enorme notoriedad en el contexto internacional del «street art» underground, al organizar un encuentro en esta ciudad con otros artistas de la escena del graffiti, en encuentro se llama Walls of Fire. Pero su primera exposición en una galería no tendrá lugar hasta el 2003 en Londres, donde presenta obras en lienzo, entre ellas, una versión de «Nenúfares» del pintor impresionista Monet. Desde entonces, su fama llegará a todos los rincones del mundo, incluso Australia, un país con una fuerte tradición de arte urbano que lo recibirá con los brazos abiertos. Su trabajo aparece en las calles de innumerables ciudades y galerías del mundo entero (Boston, New York, Vienne, Paris, Los Angeles, Barcelona…) En Londres, podemos encontrar la traza de Banksy en muchos de sus barrios. Algunas de sus obras, puede ser que aun tengamos la suerte de verlas allí y al día siguiente haber desaparecido. La célebre casa de subastas de Sotheby’s es la responsable de poner en manos privadas y por cantidades considerables de dinero algunas de estas obras, que son adquiridas principalmente por celebridades del «show bizness» que quieren tener un Banksy en la pared de su salón. Añadido a su innegable talento artístico, Banksy se ha rodeado de un cierto misterio alrededor de su verdadera identidad, dándole un halo entre realidad y leyenda.